“No hacemos fotografías con una cámara, las hacemos con nuestros corazones”

Arnold Newman

Muchas veces me dicen, “Oh Katherine qué foto más bonita”…  ¿Con qué cámara la hiciste?”

Cuando vemos fotografías que nos gustan, pensamos que uno de los factores fundamentales que hace la diferencia es el equipo. Un equipo mejor = mejores fotos.

Pues debo decir que no es así, no siempre mientras más tecnología tengas, obtendrás mejores resultados.

En esto de la fotografía, tener un equipo súper wow no garantiza nada. Ni siquiera saber muchísimo sobre técnica fotográfica asegura que tus fotos sean “buenas”. Ambas cosas (especialmente la segunda) ayudan (mucho). Pero puedes tener una cámara de miles de dólares, e incluso saber manejarla y conseguir unas fotos técnicamente impecables pero que no transmiten nada, no te cuentan una historia.

¡Ojo! Que la cámara del teléfono sea una herramienta sencilla no quiere decir que no haya que saber utilizarla. Poniéndole un poco de cariño al asunto conseguirás fotografías geniales que nunca más dejarás por ahí tiradas en alguna “carpeta-desastre”. Todo lo que hemos hablado en los 2 módulos pasados es perfectamente aplicable aquí. Recuerda: la foto es la luz y la emoción. Este módulo también te hablaré de composición y enfoque.